«La pintura de Castiella exige leerse en diferentes planos. Comenzando por una aparente armazón arquitectónica que propone diferentes niveles espaciales que, de plano en plano, nos lleva de una realidad a otra habitada por colores intensos, formas aparentemente abstractas y alguna reminiscencia de las criaturas de los maestros del Fin del Mundo. Hay humor en su obra, temor también. Y en ese sentido se descubre en su dimensión humana. Se impone así sobre un modelo de artista contemporáneo enfocado en el discurso olvidando, muchas veces, la fe en el arte mismo. La mística de la creación».
Alberto Servat