La trayectoria de Pedro Peschiera es singular dentro del panorama artístico peruano. Nacido en Lima y radicado en Suiza, ha creado una obra compleja y personal en Ginebra, que, a pesar de su lejanía, refleja una profunda conexión con su peruanidad y, a la vez, una rica exploración de tradiciones europeas. El artista se inspira en la arquitectura medieval y el Renacimiento, fusionando la nostalgia por su país con su interés por el arte europeo. A través de una técnica meticulosa, influenciada por maestros de la pintura europea, logra crear obras que trascienden la dicotomía entre figuración y abstracción.
Pedro Peschiera rechaza las modas efímeras y superficiales y se adentra en una búsqueda de significado profundo, alineándose con tradiciones clásicas y cuestionando la realidad actual. Su trabajo, que se manifiesta en composiciones arquitectónicas abstractas, refleja una conexión con la historia y una preocupación por el estado del mundo. Asimismo, considera que la pintura es una forma de resistencia y reflexión, invitando al espectador a una experiencia contemplativa que trasciende lo visual.
Peschiera desafía las nociones contemporáneas sobre el arte, defendiendo su capacidad de generar sentido en tiempos difíciles. Su obra es un testimonio de la perseverancia del espíritu humano y de la búsqueda de lo sublime.